la caja de pandora

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sábado, 25 de septiembre de 2010

Tocar fondo

A Juli

La depresión presenta múltiples y variados síntomas: de desgano y angustia crónica a falta de apetito e insomnio, pasando incluso por ya no hallar placer alguno en aquello que antes significaba goce garantizado.

Depresión es llorar porque sí, es sentirse culpable sin razón. Es negar, es no querer ser, es querer morir. Es frustración, es ver todo gris, es no poder proyectarse a futuro. Estar deprimido es deprimente y la depresión presiona, aplasta y achata.

Ser depresivo es una enfermedad, un mal real o imaginario, ser depresivo es no ser uno mismo, es no sentirse, no reír.

La depresión consume la energía. Se prende de la yugular y absorbe cualquier fluir de vida, le quita el combustible al corazón, y cual somnífero, nos sume en un sueño profundo, una especie de letargo que consume la levedad del ser para así hundirlo en lo más profundo de sus propios miedos e inseguridades, para sumergirlo hasta el fondo…

…fondo, final, punto del que sólo resta volver a subir. Más bajo no se puede ya caer.

Ahora sólo queda el regreso, desandar el camino de recuerdos olvidables y pensar en nuevos senderos por recorrer.

Hay quienes dicen, entonando voces autorizadas, que la depresión es una ventaja evolutiva, que ayuda a incrementar habilidades mentales, que nos fortalece al momento de enfrentar conflictos e incluso nos vuelve más creativos.

Otros, prefieren hablar desde la propia experiencia, parafrasean frases trilladas pero siempre oportunas: no hay mal que por bien no venga, un tropezón no es caída y después de la tormenta siempre sale el sol.

Aunque no siempre nos dejemos ayudar, rechacemos manos amigas o un envión para levantar vuelo, sabemos que salir a flote depende de uno. Sacarse los grilletes, romper las cadenas y llegar a la superficie. Dejar que nos ciegue el sol, que nos marque la piel.

No seamos ilusos. No todo es color de rosas, ni siquiera en primavera. No hay caminos cortos, no hay salidas fáciles. Ni la felicidad ni la tristeza son sentimientos plenos, de todo o nada.

Siempre hay grises que nos nublan la mirada y empañan la realidad, pero también siempre hay ilusiones, miradas que encandilan y colores que nos pintan la sonrisa.

Marianela

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Ser un espantapájaros


Hoy me escondo tras harapos, una mueca de tristeza es enmascarada por una sonrisa sutil. Me disfrazo para no llamar la atención y ansío el momento de volver a sentir esa tierra que nunca debí dejar. Huir con mis ropas deshechas para sentir una vez más la humedad del suelo bajo mis pies.

Espantar a todos. Alejar a quienes se quieren acercar. Que ni el susurro de sus voces llegue a mis oídos. Sus palabras de apoyo no son suficientes. Me invitan a salir, pero no a ese lugar al que realmente necesito ir. Espantarlos como pájaros, asustarlos. Esta piel de trapo no me deja sentirlos, sus caricias me son indiferentes.

Quiero contemplar los recuerdos a la distancia, pero se empecinan en dejar la herida abierta. Y así el viento rasga mi cuerpo, me aja con su fuerza. Todo lo corrompe, todo lo desgasta. Lo dejo destruirme y que robe con su silbido mi memoria, que vacíe de savia todo mi ser, que escurra mi esencia para ver amanecer.


Marianela




viernes, 10 de septiembre de 2010

Miedo

Todos saben lo que es el miedo, sea como sea que se lo experimente, coincidiremos en que es una vivencia nada agradable. El que diga que nunca tuvo miedo miente y el que miente vive con miedo. Se puede discutir largo rato sobre esa palabrita medio tabú, pero vamos a lo fácil, prefierio aunar criterios y esfuerzo yendo en busca de su definición presentada en el diccionario de la RAE.
Definición primera: Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. Esta me resulta interesante. Lo de riesgo o daño real es simple de entender. Tener miedo a que te roben, a no llegar a pagar las cuentas, a que te peguen un tiro; traumitas que con un buen gobierno y un poco de terapia se solucionan.
Creo que lo de imaginario tiene más tela para cortar. Se supone que al Cuco lo dejamos junto con los Reyes Magos y el Ratón Pérez y que siempre supimos que el hombre de la bolsa no nos iba a raptar. Pero qué hay de los miedos "de los grandes": miedo a tener éxito y miedo a fracasar, miedo a querer y que te quieran...a mi entender estos son peores, de última del Cuco me escondía, pero de hacer el ridículo, de equivocarse y de los cuernos no nos salva nadie.
Definición segunda: Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea. Esta definición me encanta. Nunca
se me hubiese ocurrido que esa sensación espantosa que me cerraba el estómago, me daba escalofríos y me producía tremendas pesadillas era el no poder manejar el devenir de los hechos, que se me escurran cual agua entre los dedos esas situaciones que quisiera poder manejar.
Ahora, lo bueno de tener curiosidad es que nos deja descubrir nuevos horizontes. ¿A qué viene la mirada positiva sobre el miedo? A que encontré también que el miedo es parte de una forma de adaptación, un mecanismo de supervivencia y de defensa, que nos permite responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia.
Entonces, cuando tengo miedo ¿no es más que mi mero capricho de no poder ser una "controladora" como osaron decirme una vez? Buenísimo, así que eso es el miedo. Y yo ilusa creyendo que se relacionaba con ver los proyectos fracasar, con ese amor que se va al carajo y no la podés remar, incluso que tenía que ver con darte cuenta que se pasan los días sin que dejemos una mísera huella en ningún alma ni en ninguna historia trascendente.
Ya me puedo ir a dormir tranquila, ahora sabiendo que prefería tenerle miedo al Cuco y no a mi imagen en el espejo, a lo que digan o quieran de mi, a lo que va a ser de mi, a ese maldito amor que tanto miedo da. Pero más tranquila me voy de esta reflexión por saber que prefiero mil veces poner a prueba mi supervivencia temerosa que andar vagando por ahí con miedo a sólo poder sobrevivir.
Marianela


Todos pican mi poesía
con invencibles tenedores
buscando, sin duda, una mosca,
Tengo miedo.
Tengo miedo de todo el mundo,
del agua fría, de la muerte.
Soy como todos los mortales,
inaplazable.

Los redondos, El pibe los astilleros

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El fenómeno de las redes sociales

FACEBOOK DA LA NOTA


La ya conocida red social, Faceboook, se ha convertido en los últimos tiempos, no sólo en proveedor de novedades, sino en la noticia misma. Ese espacio virtual donde se comparten fotos y comentarios con amigos, con conocidos, e inclusive, con desconocidos, ha adquirido gran presencia en los medios de comunicación.


La capacidad de Facebook de ser fuente de noticibilidad, ha llamado mi atención a partir de la trascendencia televisiva que consiguen los grupos de usuarios de la red. Estos grupos aúnan gente a partir de gustos o preferencias en común sobre diversas temáticas.


Un grupo ya disuelto, pero que dejó su marca, fue el que movilizó a jóvenes a través Facebook en pro de una guerra de almohadas. El hecho tuvo amplia cobertura mediática, tal vez exagere, cual choque múltiple. Con esto quiero resaltar que los hechos son lo que son por la repercusión social que alcanzan sólo por estar ligados a Facebook.


Sin embargo, más allá de sucesos anecdóticos, Facebook pasó a ser causa de hechos que trascienden las fronteras del entretenimiento y espionaje de la vida ajena. Un ejemplo es el asesinato de Marianela, una joven estudiante de comunicación que fue degollada.


Mientras transcurría un noticiero donde la noticia llevaba más de media hora al aire, decidí googlear el hecho y di con un grupo creado por la madre de Marianela. En su Facebook, cada imagen de la hija está acompañada por amenazas dirigidas al posible asesino de la joven, que vale aclarar, el principal sospechoso es el ex novio. Las publicaciones fueron tratadas en el noticiero y la madre fue puesta en tela de juicio.


Tratando de evitar toda subjetividad, pensé en cuáles, si los hay, son los límites de lo que uno publica. ¿Qué sucede con la acusación, con nombre y apellido, del posible responsable de una muerte? Si no me equivoco, se es inocente hasta que se demuestre lo contrario, ¿no?.


En mi opinión, las redes sociales, sobre todo Facebook, que es noticia a diario, son un arma de doble filo. Todas ellas están inmersas en una realidad virtual, que por su intangibilidad, las hace inasibles y difíciles de controlar.


A mi entender, para ser parte de estas “sociedades virtuales” se requiere una conciencia adaptada a las innovadoras y cautivadoras posibilidades que nos ofrecen como vidrieras de nuestra privacidad.


¿Es Facebook reflejo real de los ideales de los grupos creados o son identidades construidas para presentarse en sociedad?. En definitiva, estas redes son la parte más pública de nuestras vidas privadas y en ellas uno es lo que deja ver.


Marianela

nebulosa

Tiempo atrás me había prometido y propuesto todo tipo de metas, a mi entender alcanzables...pero como suele decirse "tiempo al tiempo", "el tiempo lo cura todo", "el tiempo vuela"...y así con su efecto erosivo y corrosivo fue alterando cualquier posible estrategia. Es una palabra con un dejo bélico, pero a veces viene al caso, porque hay que pelearla, porque libramos batallas, porque morimos al frente.

Planeaba hacer de este blog uno "serio" con contenido meramente periodístico, de ciencia y tecnología, pero últimamente estoy sufriendo algo que quiero llamar "fugas", siento que hay algo que me presiona y que por momentos se libera a través de manifestaciones diversas: mala onda, sueño, llanto, ataques de risa, enamoramiento y, sobre todo, desvelo.

Creyendo conocerme, entiendo que estas sensaciones empiezan cuando me ataca la rutina, cuando veo los días grises (si, así de feos como el de hoy), cuando me siento ahogada por la ciudad, cuando todo me demanda y me quita energía, es justo ahí cuando hago el quiebre, como ahora, en este instante, ese segundo donde empiezo a escribir y me desahogo, cuando rompo mi propio e insoportable molde.

Está trillado decir todo cambia, pero voy a hacer uso del cliché. Uno se propone cambiar, pero sabemos todos que el cambio llega de sorpresa y que cuando nos damos cuenta es porque ya llegó, porque se instaló en nosotros, es ahí cuando lo reconocemos. Y creo estar viéndolo en mí, sólo que como dije...tarde, tarde porque pasó, me ocupó y no lo sentí.

En un ataque de bronca y tristeza dije una vez: es la última vez que me la juego, es la última vez que quiero a alguien, no voy a llorar más...pero uno nunca aprende, o tal vez sí, sólo que no lo vemos o no lo queremos ver. Repetir lo que osamos cambiar no nos hace más fuertes o más vulnerables, sino que muestra que seguimos creyendo en lo que hacemos y que en algún punto sigue valiendo la pena cada golpe, cada beso, cada escalofrío recorriéndonos hasta la médula.

Sin querer, en este afán por descargarme, pierdo (por decirlo de algún modo, porque nada alcancé todavía) aquello que realmente quiero dejar salir. Si mi yo está interpretandome bien, lo que realmente pasa es que estoy viviendo en una nebulosa, un lugar mio, de nadie más, un espacio único, donde por no saber lo que busco no entiendo lo que encuentro.