“Cuesta que en este entorno los chicos se expresen y disfruten sin tapujos, pero lo consiguieron clase a clase”, concluye.
La idea nació a través de la Asociación La Nueva Esquina, que trabaja dentro del partido y consiguió ponerse en contacto con la ONG española EDC “Educación, deporte y cooperación”, encargada de la financiación del proyecto. Desde EDC explican que es un proyecto de cooperación internacional para reducir el riesgo de drogadicción y delincuencia infantil y juvenil en Villa la Cava. Fue en esta misión que se conocieron la Socióloga Aldana Naredo y la fotógrafa, Ana Candela, que vino de España, para juntas trabajar hombro con hombro junto a los pequeños reporteros. Ana es quien diseñó el plan de trabajo, que también fue realizado por ella en Palestina. Habiendo ya llevado adelante la experiencia se le ocurrió hacer un intercambio de cartas entre los chicos palestinos y los de La Cava. Si bien sus realidades parecen en extremo diferentes, la mirada que dan los chicos al mundo en que viven da cuenta de que aún habitando en lugares distantes viven de un modo particular “sus guerras”. La violencia, el delito y las drogas, son temas recurrentes en los mensajes de los chicos de La Cava. Por eso el proyecto centra su atención en ofrecer alternativas a la situación de precariedad en la que viven los chicos y jóvenes del barrio.
Los chicos aprenden a ser periodistas: tienen credenciales de reporteros, hacen entrevistas, sacan fotos y en vistas a fin de año, surgió como iniciativa de ellos, hacer un periódic
o del barrio. Porque según cuentan las docentes fue tal el compromiso de los chicos que quisieron crear un lugar donde depositar sus creaciones dentro del taller”. Durante los dos meses que lleva en marcha el proyecto los chicos hicieron tres salidas de campo con sus cámaras en mano. Lo que primero cubrieron fueron las inmediaciones del Colegio. Sacaron fotos en el jardín y la guardería y a quienes trabajan allí. Si bien estaban entusiasmados, la salida más esperada fue la que implicó salir del barrio, “ir más allá de la La Cava”, explica Aldana Naredo. Observaron y retrataron la periferia. “Esto abrió un debate sobre las nuevas casas y la urbanización”, explica la socióloga. Por último llegó el turno de “mi lugar”, donde los chicos recorrieron los pasillos de La Cava acompañados de los maestros y de sus padres. Fueron en caravana espiando su espacio, sus casas y sus habitantes. “Los chicos no se llevan tarea a casa y todo el trabajo se realiza en clase, las clases están planificadas pero no son rígidas ni estáticas, evolucionan y se adecuan a las necesidades e inquietudes de los chicos, la idea es no ser una carga, sino estimular su creatividad”, comenta Aldana. Sin embargo, para su sorpresa, desde el comienzo del taller, por iniciativa propia, los chicos fueron llevando a clase recortes de noticias, temas de discusión y propuestas que surgieron en sus casas. Además, para trabajar la modalidad noticiero y filmación armaron a modo artesanal la placa de “corte o acción ” usada por los cineastas. También hicieron un corto de leyendas del Colegio, se organizaron con amigos que no eran del taller y filmaron la “historia de la llorona” en el baño del la escuela.
Dos de los alumnos se animan a contar su experiencia: a Abril Sánchez le gusta fotografiar personas y a Esteban le gusta experimentar con el zoom. (ver foto-izquierda)
Aldana confiesa: “Estoy re contenta, me gusta trabajar con chicos porque tienen otra mirada. Teníamos chicos que no hablaban nada y empezaron a hacerlo, es genial ver ese avance. En el juego y la recreación se animaron a hablar de su vida, de su realidad”. Por su parte, Ana Candela, “embajadora”de la ONG EDC, cuenta: “Me ha encantado estar con los chavales, la experiencia fue estupenda. Teniendo en cuenta la realidad en que viven, donde a veces el disfrutar queda relegado, aquí pueden ser ellos mismos y jugar como chicos que son”. Además agrega: “Tienen que saber que su mirada es importante y cuenta”.
Desde EDC sintetizan: “La misión es motivar la atención de los jóvenes hacia actividades de equipo en las que sean partícipes y creadores, donde su autoestima se vea reforzada, donde los chicos y adolescentes crezcan como personas y canalicen su energía en acciones comunales: periódico del barrio, comedor social, cine comunitario, teatro, así como participando en actividades deportivas (liga de fútbol infantil, gimnasio, voleibol y danza)”.
El fin último de todas las actividades que se desarrollan en el Colegio Santo Domingo Savio, donde se educan y alimentan más de 1100 chicos de La Cava, es dar oportunidades de recreación a los chicos del barrio, ayudándolos a tomar conciencia de su dignidad como personas y transmitiéndoles valores para que puedan insertarse en la sociedad como ciudadanos íntegros.
Fue muy emotivo estar con los chicos, realmente tenemos mucho que aprender; como persona y como futura periodista los chicos me dieron un gran lección: su mirada también cuenta y es hermosa.